Nuevo primer ministro dialogará con todas las fuerzas políticas. Entrevista a Yehude Simon

El Comercio
Por Héctor Villalobos Pávlica
publicado el 12 de octubre del 2008

Yehude Simon abre la puerta de su oficina para seguir enfrentándose al que quizás sea el día más ajetreado de su vida. Luego de una reunión con los funcionarios del Gobierno Regional de Lambayeque, el próximo presidente del Consejo de Ministros nos brinda unos minutos para atendernos en su despacho. Estos minutos, sin embargo, no son, no pueden ser, a dedicación exclusiva. Durante el diálogo, Simon tiene que atender su celular para responder una llamada del ministro de la Producción, Rafael Rey, y otra del presidente regional de Ica, Rómulo Triveño. A este último, Simon le promete que será su región, la más castigada por el sismo del año pasado, la primera que visitará oficialmente.

¿Cómo le planteó el presidente Alan García su decisión de designarlo presidente del Consejo de Ministros?
Yo supongo que el presidente se ha dado cuenta de que hay un espacio que no está siendo ocupado, que peligrosamente se ha creado todo un antisistema, que se ha creado una desconfianza de la población con respecto al Estado y a la clase política y que eso se puede tornar inmanejable. Y está bien que el presidente haya visto eso; quiere decir que no se está durmiendo en este aspecto. Yo supongo que producto de ello y como consecuencia del escándalo de los audios, él ha comenzado a reflexionar sobre estos dos puntos y ha querido buscar a alguien que pueda representar la lucha frontal contra la corrupción y además a alguien que pueda tener la posibilidad de llegar a los sectores que desconfían de lo tradicional.

Y, bueno, pensó en mí. Supongo que por algo de historia y supongo que por algo de la experiencia del modelo de Lambayeque. El presidente ya había dicho anteriormente que la experiencia de Lambayeque le interesaba, ya que es una región donde se practica la política de una manera diferente. Supongo que eso es lo que él quiere que se practique a todo nivel; además esto (su designación) le da apertura también a los sectores de izquierda, que es algo que está faltando.

Es una apertura hacia aquella izquierda pensante, inteligente e incluso hacia aquellos grupos de izquierda que aparecen como duros entre comillas, pero a los que hay que darles la oportunidad, a través del diálogo, y con quienes yo tengo la plena fe de que puedo conversar, apelar a su espíritu de patria para que nos puedan ayudar.

Yo creo que sí es importante conversar con ese sector, a pesar de las visiones que puedan tener, que son diferentes y juntarnos en lo que nos une. El presidente García tiene un deseo firme de luchar contra la pobreza, tiene una visión de cómo hacerlo, y un sector de la izquierda, por lógica, aspira a eso. Entonces el objetivo es igual, los estilos son diferentes. Por qué no intentar hacer un puente y decirles: 'Oiga, ustedes quieren lo mismo que nosotros, ayudémonos'. Ellos podrían darnos una especie de tregua y poder ponernos metas para ver cómo avanzamos. Si la agenda de la gente de izquierda es eliminar la pobreza, que me digan entonces cómo podemos hacerlo, respetando la propuesta del Gobierno y sus planes. Si todos queremos que la pobreza se elimine, hagámoslo y busquemos también la perspectiva de Unidad Nacional y del propio Ollanta Humala.
¿Presentará al presidente algunos nombres para ministros?
Algunas propuestas. Aquí no se trata de decir yo quiero al mío y tú quieres al tuyo. Yo estoy seguro de que se elegirá al mejor o al que nos garantice el mejor trabajo.

¿Podría haber alguno dentro de estos sectores duros de izquierda que usted ha mencionado?
Ya es muy difícil. Es muy difícil porque los métodos de ellos son muy diferentes, pero es posible que haya alguno dentro de la otra izquierda, es muy posible.
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El presidente ha mencionado que dentro del nuevo Gabinete habría figuras regionales
Eso sería una maravilla.
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¿Ha conversado usted con él de esto? ¿Han barajado nombres?
No.
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Mencionó usted que iba a presentar un plan anticorrupción. ¿Podría darnos algunos detalles?
Lo que pasa es que no quiero ser poco ético. Yo prefiero dárselos primero al presidente.
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¿Se reunirá con otros sectores de la oposición, además de las figuras de izquierda?
Por supuesto. Yo creo que una reunión con Lourdes Flores es fundamental, con la gente del Partido Nacionalista es importante, también, aunque te parezca de humor negro, hay que reunirse con la gente que representa a Fujimori; es fundamental, es importante. Este es un país que tiene que avanzar y reunir a toda la gente que de una u otra manera tiene responsabilidad política .

Hay quienes han cuestionado su pedido de licencia del cargo de presidente regional de Lambayeque, recordando el caso de Federico Salas Guevara, quien dejó su cargo para asumir la Presidencia del Consejo de Ministros...
Pero él era alcalde. Yo voy a pedir licencia. Legalmente no hay nada que diga que uno no puede hacerlo. Se buscará una salida. El lambayecano común y corriente está feliz, siente que no lo estamos abandonando, entonces eso es lo que me interesa a mí. Si eso significa que hay que vacar, me arriesgo a que me vaquen. Yo no veo ningún impedimento legal, pero en todo caso lo más importante es el país.

¿El tema de su candidatura presidencial podría verse perjudicado al final de su gestión?
Seguramente, pero no he hecho ese cálculo. Yo no soy un hombre que piense que va a fracasar. Si estoy pensando que voy a fracasar o que me va a ir mal, simplemente no lo hago, porque perjudicaría al país. Si estoy aceptando el reto es porque pienso que vamos a lograr por lo menos recuperar la confianza de la gente.

¿Sigue en pie su intención de postular a la presidencia?
Sí, sigue en pie, pero queda congelada. Como estaba congelada en la medida en que yo estuve ejerciendo como presidente regional.

El recorte de presupuesto planteado por el ministro de Economía Luis Valdivieso afectará a todos los sectores, incluidas las regiones. ¿Cómo van a manejar esto?
Lo trataremos de la mejor manera. Viajaremos con el ministro Valdivieso, lo llevaré a algunas zonas para que vea lo que significa el recorte de presupuesto. Yo tengo la esperanza de que más allá de una teoría fría y de números más o menos existe una realidad. El ministro Valdivieso tiene una inmensa responsabilidad y lo entiendo en su papel de cuidar el dinero del Estado, porque el mundo está en una situación gravísima y tengo que apoyarlo en ese aspecto. Es más, yo creo que tiene que ser así, pero si se tiene que hacer el esfuerzo para las zonas de extrema pobreza, donde recesión e inflación es igual, porque no tienen nada, hay que hacerlo.

¿Conversará entonces con el ministro para que el recorte no sea tan radical?
Yo creo que el presidente lo hará, porque quien tiene autoridad finalmente es el presidente y conversaremos y lucharemos para que así sea

¿Ya habló con el presidente?
El presidente lo habló conmigo. En todo caso creo que el presidente es el más interesado, por una lógica: el presidente quiere pasar a la historia, como cualquier hombre político quiere pasar a la historia y se pasa a la historia cuando se es exitoso. Y yo quiero que él pase a la historia, pero la historia bien contada, aquella que es positiva.

¿Reanudará el diálogo con la federación médica?
Al minuto o a los dos minutos. Necesitamos conversar, y yo le voy a pedir al gremio médico que me ayude para que los pobres no sigan sufriendo los estragos de una huelga que le hace daño al país.

¿Llevará algún planteamiento concreto para terminar con la huelga?
Vamos a conversar.

Usted mencionó que habría un mecanismo de rendición de cuentas en los ministerios. ¿Cómo va a ser esto?
Yo lo planteé ahí, lo dejo como idea hasta que lo converse con el presidente. La idea es que sea pronto para que no volvamos a caer en esta situación de los audios o de las sospechas. Hay que rendir cuentas. Es complicado, es difícil, es engorroso, es antipático, pero hay que hacerlo. Queremos decirle a la gente: "Oiga, no somos ladrones, los que son ladrones son los que son malos políticos". Los buenos políticos tenemos que entender que entramos a la vida pública para proteger el dinero de toda la población y para rendir cuentas.