sábado, 18 de octubre de 2008

La crisis de EE.UU. en el Perú



El Comercio
Por Javier Zúñiga Quevedo.
Catedrático de la Universidad de Lima

La crisis financiera internacional que se inició en agosto del 2007 ha generado la quiebra de importantes bancos y aseguradoras. La recesión en EE.UU., sin lugar a dudas, ha tenido repercusiones en todo el mundo y afectará a América Latina y, evidentemente, al Perú.
La primera señal del colapso fue el salvataje de las financieras Fannie Mae y Freddie Mac, por más de US$200.000 millones. El 15 de setiembre Lehman Brothers Holdings Inc., cuarto banco de inversión en EE.UU. y noveno en el mundo, se declaró en quiebra. Al mismo tiempo, Merrill Lynch, la empresa más grande del mundo de corretaje y bolsa, anunciaba su venta al Bank of America. El 16 la Reserva Federal de EE.UU. salió al rescate de la aseguradora AIG mediante un préstamo de hasta US$85.000 millones.

Cabe resaltar que estos sucesos han sido el resultado del manejo equivocado del gobierno estadounidense respecto al sector inmobiliario, mediante el uso de las hipotecas subprime (hipoteca demasiado grandes en relación al valor del inmueble y sin adecuados niveles de garantía) y el otorgamiento desmesurado y masivo de créditos de consumo.

En respuesta a estos acontecimientos, se solicitó a la Cámara de Representantes del Congreso US$700.000 millones para rescatar a las instituciones financieras, tratando de evitar que la crisis se propague a otros países. La Cámara de Representantes rechazó este plan, provocando una crisis política que se sumó a la financiera. Ello determinó las mayores caídas de los mercados mundiales en su historia, el índice Dow Jones de Nueva York perdió casi 800 puntos y todas las bolsas de Latinoamérica cayeron.

El rechazo al plan de rescate estuvo acompañado de tres operaciones de salvataje: la de Wachovia Corp. de EE.UU., comprada por el Citigroup; la nacionalización del grupo belga-holandés Fortis NV, por parte de los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo; y la del Bradford & Bingley, de Inglaterra, que también fue nacionalizado.

En este contexto, la crisis financiera de EE.UU. impactará directamente en las exportaciones peruanas, sobre todo en la manufactura textil y la agroindustria, que generan un alto valor agregado y emplean gran cantidad de mano de obra. El efecto de la crisis no solo se verá en mercados como el norteamericano, sino también en el europeo.

En lo referente a las remesas de los peruanos que viven en EE.UU., sufrirán una contracción de alrededor de 25%, pues se reducirán sus ingresos. Sus envíos de dinero podrían disminuir de US$3.000 millones a US$2.250 millones anuales.

En nuestro país, el Ministerio de Economía y Finanzas debería replantear el Presupuesto General de la República para el 2009, considerando las consecuencias de la crisis económica internacional, que representará por lo menos dos puntos del crecimiento del PBI y proponer reducciones responsables del gasto público, acorde con la nueva realidad económica internacional.
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publicado en El Comercio el 2 de octubre del 2008

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