viernes, 29 de agosto de 2008

Una jueza dispuesta a ir contra la corriente

Roxana Jiménez aplica una redacción sencilla en sus sentencias. Algunos la critican, otros ya la imitan

El Comercio
Por Iván Herrera Orsi

Roxana Jiménez Vargas Machuca es una jueza diferente a la mayoría: a ella le importa que se la entienda. En el mar de resoluciones que expide a diario el Poder Judicial, las suyas tienen la rara cualidad de que son claras ante los ojos inexpertos de quienes no nos dedicamos al derecho.

Es cierto que en sus fallos también aparecen algunos términos ajenos al común de las personas, y que son muy apreciados por los abogados, como "obrante a fojas", una forma de indicar el número de página de cierto documento. Pero en los textos de Jiménez son excepciones, no la regla.

Ella ha renunciado al viejo formato en que suelen redactarse las sentencias. No escribe "Vistos" y "Considerando" para encabezar las secciones en las que presenta la cuestión por resolver y los argumentos en los que basa su decisión. En vez de eso pone "Exposición del caso" y "Análisis". Y se trata de subtítulos, no de las primeras palabras de párrafos interminables.

Jiménez emplea cuantos subtítulos sean necesarios para organizar la información. Lo hemos confirmado, por ejemplo, en una sentencia del 2004. La primera sección (Exposición del caso) aparecía dividida en: Asunto, Petitorio, Hechos y Contestación de la demanda. Así nos enteramos sin dificultad de que estábamos ante una acción de amparo contra el Instituto Nacional de Desarrollo, que el demandante solicitaba una pensión de cesantía de nivelación progresiva, y cuáles eran los argumentos de ambas partes. Todo esto estaba redactado con párrafos y oraciones breves.

Jiménez, titular del Juzgado Civil 43 de Lima, cuenta que su preocupación por producir sentencias que se entiendan se originó cuando era una estudiante de la Universidad Católica y practicaba en un estudio de abogados. La asignaron al área procesal del estudio y no lograba descifrar lo que escribían los jueces. "Ya te acostumbrarás", le consolaba su jefe. Pero nunca se acostumbró.

Al postular para jueza en la Academia de la Magistratura redactó como examen final su propio modelo de sentencia y tuvo que fundamentar por qué lo había hecho así para obtener la calificación de sobresaliente. Este modelo lo viene usando hace seis años y, aunque no faltan los magistrados que critican su estilo, especialmente los antiguos, existen varios que han empezado a imitarlo. "Las sentencias son para los ciudadanos, no para los abogados", dice Jiménez. Y agrega que, en su opinión, una redacción enrevesada puede ocultar el desconocimiento del caso o la intención de favorecer injustamente a alguien.

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publicado en El Comercio el 2 de agosto del 2008

¿Por fin una propuesta concreta? Debate sobre el Ministerio de la Cultura

El Comercio

Por Enrique Bernales Ballesteros. Jurista

En su mensaje de 28 de julio, el presidente de la República pidió al Congreso que estudie la creación de un ministerio de la cultura. Es un asunto que hace justicia al patrimonio histórico cultural del país, pero principalmente a nuestro presente, a la síntesis peruana en su rica diversidad, a una dimensión cultural que es intrínseca al desarrollo del país.

¿Por qué el presidente no anunció que enviaba un proyecto de ley de creación del ministerio de la cultura? Pienso que esta fórmula es preferible pues facilita el cauce legal del trabajo parlamentario.

La ambigüedad de los términos empleados sugiere que la creación del ministerio de la cultura tendría que venir por iniciativa parlamentaria. Ello sugiere que algún grupo presente el proyecto de ley, que este se debata sin preferencia y que necesariamente sea opinado por el Ejecutivo pues, los parlamentarios no tienen iniciativa en el gasto.

El camino propuesto es largo y puede ser tortuoso. Ojalá que este viejo tema no sea, una vez más, palabras que el viento se lleva. A comienzos de los años 80, inspirado en Basadre, Porras, Belaunde, Valcárcel, Tello, Sánchez y tantos grandes pensadores que reclamaron al Estado su indiferencia a los asuntos culturales, elaboré un proyecto de ley que creaba el ministerio de la cultura. Consulté el texto con el senador Luis Alberto Sánchez; conversamos largo sobre el tema. El proyecto le atraía, me contó las veces que intentó que el Estado se ocupara de promover e invertir en cultura y cómo se había estrellado contra muros de ignorancia e indiferencia.

"Su propuesta --me dijo-- va a chocar con los burócratas del MEF; no saben lo que es cultura... no les interesa". Sánchez tenia razón, exploré el asunto en varios ministerios... ni siquiera se dignaron contestar. Hasta allí llegó el proyecto en el que, iluso, tanto creí.

Han pasado varios años y en materia cultural nada ha cambiado. El Estado Peruano, ¡qué vergüenza!, es ajeno a una visión cultural del país. Política cultural no ha existido nunca; el patrimonio que es expresión de tanta vida, de tanto ingenio, creatividad y belleza, nunca ha tenido prioridad para el Estado. Si no fuera por la cooperación internacional, así como por la contribución de empresas privadas que valoran la creación humana, ¿en qué situación se hallaría hoy ese rico patrimonio del que tanto debiéramos enorgullecernos?

La indolencia ha ignorado la riqueza que nos viene del pasado, peor es, si cabe, el silencio que aísla la cultura viva del presente y la progresión responsable hacia el futuro. ¿A cuántos genios de las ciencias, de las letras y las artes beca anualmente el Estado? ¿Dónde están, qué pasó con los premios nacionales de cultura que alguna vez se entregaban anualmente? ¿Cuál es la política de concursos que otorga fondos públicos para inventos, para grupos de teatro, mimos, danza moderna, ballet, artes plásticas, música, teatro lírico, fotografía, cines, dibujo, literatura, etc.? La respuesta de los burócratas es conocida: "No hay dinero".

¿Por qué las pocas actividades culturales se encuentran solo en Lima? ¿Por qué el Perú pasa por la vergüenza de no tener un solo auditorio construido por el Estado en todo el territorio nacional?
No quiero seguir con esta penosa enumeración de preguntas. Lo cierto es que para nuestro Estado, la cultura carece de importancia y es hora de acabar con esa ignominia.

Desde hace varios años un grupo de artistas y expertos en temas culturales ha trabajado en un proyecto de ley sobre la creación del ministerio de la cultura. Sería útil que el Gobierno disponga su publicación; sería mejor que si está de acuerdo con él, lo haga suyo y lo envíe al Congreso. Así el debate cobraría vida y la inquietud presidencial por la cultura hallaría adecuada concreción.
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publicado en El Comercio el 2 de agosto del 2008

El alma de la reforma pendiente

El Comercio
Por Hugo Guerra

Exquisito lector, el 28 de julio el presidente García ha propuesto que, más allá de los progresos y deficiencias económicas y legales, "nos falta todavía una reforma del alma".

Algunos reaccionan con sorna, porque los tópicos del alma y el espíritu social resultan incomprensibles para aquellos materialistas de izquierda y de derecha a quienes solo interesa la conquista del poder y la helada radiografía de las finanzas y las encuestas.

Revisemos, sin embargo, los conceptos: alma no es otra cosa que espíritu; es decir la síntesis de la conciencia racional y emocional del hombre. Por tanto regula la conducta a través de la ética y la moral.

La sociedad tiene un alma colectiva que le da sentido al sistema político y económico. Pero cuando una nación carece de liderazgos legítimos, cuando pierde sus valores, cuando el mercado sustituye derechos sociales por poder de compra y cuando se reduce al ciudadano a simple objeto de disputa política, se forman democracias vacías, carentes de principios fundamentales como la solidaridad y la subsidiaridad.

El Perú tiene hoy el alma enferma. A la histórica desconfianza ante un Estado burocrático, corrupto e ineficiente se suma el galopante desprestigio de los poderes públicos y la pérdida de legitimidad de movimientos sociales, sindicatos y partidos.

Eso determina una peligrosa crisis política, porque el disloque funcional entre representantes y representados genera vacíos que no pueden ser llenados con dinero ni con propuestas falaces de neomarxistas y falsos nacionalistas. De allí que es necio permitir que el progreso económico siga su propia inercia divorciado de 'lo político'.

Si "todos somos el Estado", como recuerda García, entonces todos estamos obligados a revisar el rumbo que está tomando el Perú. Como parte de la reforma propuesta, no permitamos que el debate nacional siga circunscrito a las ambiciones caudillistas y la frivolidad de las cuentas públicas y privadas. Así como debe terminarse con el hambre y la miseria de millones de compatriotas, debe igualmente curarse el alma de los peruanos para que el crecimiento material tenga sentido.

La reforma reclama que los ciudadanos superemos la apatía política; que autoridades, funcionarios y parlamentarios, dejen de lado la incompetencia y la soberbia; y que la prensa no se permita más incoherencias, para devolver legitimidad, eficiencia, ética y justicia social a una república en muchos sentidos caduca.

Nicolás de Piérola --uno de los aparentes íconos de Alan García-- señaló el camino en 1897 al sostener ante el Congreso algo que hoy sigue vigente: "Formar una generación orgánica y moralmente robusta; solicitada por nobles y verdaderos ideales; que sepa no desear, sino querer con la voluntad recta y todopoderosa de nuestros progenitores; tal es la tarea altísima que nos está encomendada, para hacer de un puñado de desconcertadas gentes, esparcidas en un inmenso territorio por laborar, el poderoso pueblo que ha de vivir en este bendito pedazo del globo. (...) ¡Atrás los viejos empeños, los mezquinos ardides, todo ese conjunto de abominables miserias que se ha llamado aquí política!".

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publicado en El Comercio el 2 de agosto del 2008

La inteligencia de los peruanos


El Comercio
Por Francisco Miró Quesada Cantuarias. Filósofo

Un estudiante huancaíno de 16 años logró, sobre la base de su esfuerzo e inteligencia, convertirse en el primer peruano que alcanza una medalla de oro en una olimpiada internacional de matemáticas.

Fernando Manrique, quien realizó sus estudios en el colegio Unión de Huancayo y actualmente se prepara en la academia César Vallejo de Lima para seguir una carrera ligada a las ciencias espaciales, dice: "Puse todo mi empeño y recordé todo lo aprendido en mis largas horas de estudio y prácticas en el colegio y la academia preuniversitaria". Su dedicación le permitió ganar la medalla de oro en la Olimpiada Internacional 49 de Matemáticas, que se llevó a cabo en Madrid, donde rindió pruebas durante dos días, en los que debió resolver preguntas sobre geometría, álgebra abstracta, teoría de los números y matemática discreta.

De acuerdo con las calificaciones alcanzadas por el grupo peruano, Manrique fue el latinoamericano mejor situado, ocupó el puesto 12 del total que asistió a dicha olimpiada. La hazaña de Manrique fue destacada por el diario "El Mundo" de España, por ser el concursante iberoamericano mejor clasificado.

Asistieron a Madrid otros cinco representantes peruanos, quienes obtuvieron medallas de plata y de bronce, preseas que significaron que el Perú ocupara el puesto 17 en el ámbito mundial. César Cuenca de Barranca, con una calificación de 25 puntos, Ricardo Ramos del Callao con 23 puntos, Tomás Angles de Puno con 22 puntos, Amílcar Vélez de Puno con 18 puntos e Iván Muñoz de Lima con 18 puntos. Ahora el Perú subió quince posiciones y se ubica en el puesto 17, antecedido solo por EE.UU. y Brasil respecto de los países americanos.

En el Perú siempre ha habido una buena tradición matemática. Federico Villarreal en el siglo XIX y Alfred Rosenblat, matemático polaco que llegó al Perú, poco antes de la Segunda Guerra Mundial, previendo lo que iba a suceder, pues había leído "Mi lucha" de Adolfo Hitler. Y ya a mediados del siglo XX José Tola Pasquel, matemático de alto nivel y maestro ejemplar, cuyas clases eran de una claridad meridiana. Aunque tenía una gran cultura, no podía compararse a la que poseía Rosenblat. Fue él quien me habló por primera vez de la 'metamatemática' y dirigió, luego, mi tesis para graduarme de bachiller en Matemáticas.

En nuestro país hay pues una importante tradición matemática. ¿Habrá influido esta tradición en los jóvenes peruanos que están cosechando triunfos en las Olimpiadas de Matemáticas, en España? No lo creemos pues hoy, en el siglo XXI, estamos a una enorme distancia de los grandes profesores que he mencionado.

Pero si no ha habido influencia sobre ellos tal vez estén iniciando una nueva tradición matemática. Los jóvenes que nos han representado fueron seleccionados mediante pruebas organizadas en todo el país por la Sociedad Matemática Peruana que escoge a los diez participantes con la mejor puntuación, los cuales son entrenados con exigencia por profesores de esa institución y rinden pruebas adicionales de las cuales se selecciona a los mejores para que nos representen. Lo que sí se puede decir, es que el peruano está dotado para la investigación matemática. De otra manera sería inexplicable su triunfo en las Olimpiadas realizadas en Madrid.
Sin entrar en detalles con respecto a las matemáticas --que serían incomprensibles para la mayor parte de quienes me hacen el honor de leer mis artículos-- terminamos observando que el peruano posee una gran inteligencia, contra la creencia de algunos que usualmente consideran inferiores a los que habitan naciones menos desarrolladas o en vías de desarrollo.
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publicado en El Comercio el 2 de agosto del 2008

jueves, 28 de agosto de 2008

Darle alma al crecimiento

El Comercio
Por Jaime de Althaus Guarderas

Es cierto que solo la iniciativa productiva privada permite salir de la pobreza. Los campesinos no saldrán de ella recibiendo 100 soles de Juntos todos los meses. Por el contrario, eso los mantendrá en la indigencia. Si hay que ser pobre para recibir 100 soles, pues habrá que permanecer como tal para seguir recibiéndolos. Es peligroso. Corremos el riesgo de generar una dependencia perversa. Juntos debe ser reconvertido en un medio de capitalización productiva de los agricultores pobres. Usar parte de los 100 soles para pagar a plazos equipos de riego u otras innovaciones, por ejemplo. No cuchara, sino palanca. Porque el problema es cómo lograr que los pobres inviertan y produzcan, cómo pasar de actividades de subsistencia o autoconsumo a actividades de acumulación capitalista. Dicho de otro modo, cómo participar en la fiesta del mercado, cómo convertirse en ciudadanos plenos.

La respuesta del Gobierno es simple: más carreteras, más teléfonos, más electrificación, más agua potable, etc. Y está bien, pero no es suficiente. Los campesinos andinos necesitan apoyo tecnológico y opciones institucionales para aumentar su productividad. El paquete tecnológico ya existe: está en el programa Sembrando de Pilar Nores, en la revolución del riego por aspersión y otras tecnologías de Sierra Productiva y los yachachiq, entre otros. Las opciones institucionales también: la titulación individual que puede ofrecer Cofopri si las comunidades lo deciden, y ofertas de alianzas productivas con empresas.

Es inconcebible y hasta inmoral que el Gobierno no haya adoptado como política de Estado siquiera la mencionada propuesta de Sierra Productiva, por ejemplo, que permitiría a los campesinos salir de la pobreza en uno o dos años. La resistencia viene, sobre todo, del Ministerio de Agricultura, cuyos intereses burocráticos temen seguramente ser desplazados y no toleran que los humildes yachachiq reemplacen a los técnicos del ministerio. Es el síndrome colonial. La eficiencia de Sierra Productiva denuncia la ineficacia de los programas de ese ministerio. Por eso se oponen. Una vergüenza.

Está faltando clamorosamente una propuesta integral bien articulada para ofrecerla con entusiasmo y convicción a las comunidades. Es el elemento catalizador que se necesita para darle alma a este crecimiento de las cifras y contrarrestar la difundida idea de que este es un gobierno para los ricos. La reforma del alma debe comenzar con una reforma del mensaje del Gobierno, de su propuesta integradora. A este gobierno le hace falta liderar una gran cruzada popular por la inclusión de los pequeños en el mercado, en el gran intercambio nacional y global, donde otras reformas como la de las mypes también deben convertirse en bandera y en hechos.

De lo contrario, el país puede ser ganado por los manipuladores de las expectativas, diferencias y resentimientos que el mismo crecimiento naturalmente enciende, y de las resistencias de los afectados por las reformas modernizadoras y formalizadoras, desde la ley de carrera pública magisterial, que instaura el mérito, hasta las leyes que ordenan la actividad forestal y la pesca, por ejemplo. Esa movilización contra el progreso, que se mezcla con reclamos legítimos por incumplimientos del Gobierno o por mejores condiciones de acceso al mercado, solo puede ser contrarrestada por la percepción popular de un gran esfuerzo de integración nacional en marcha en el cual todos tienen cabida.
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publicado en El Comercio el 1 de agosto del 2008

Llegó la hora de desanudar normas

El Comercio
Por León Trahtemberg. Educador

Los ministros, altos funcionarios ministeriales y analistas se quejan sistemáticamente de que no se avanza en la ejecución de la inversión pública por falta de cuadros capacitados en gestión pública, por los tediosos procesos administrativos del SNIP o el Consucode, o por la engorrosa normatividad sectorial y la ineficiencia de los sistemas de autorización y control. Además, son funciones potencialmente persecutorias porque los hace pasibles de acusaciones penales por delitos que no derivan del dolo sino de las acciones propias de la función ejecutiva, lo cual consume su tiempo y dinero durante y después de su gestión para defenderse ante los tribunales de justicia.

¿Qué necesita de modo urgente el Perú? Un desembalse de inversiones para proyectos ya aprobados y una masiva simplificación normativa que disuelva cuanto nudo normativo inútil encuentre en el camino. Hacerlo por la vía del Congreso resulta imposible. Pretender contar con 350 gerentes públicos de élite, como señala el D.L. 1024, será inútil si no viene acompañado de un empoderamiento legal que permita a esos gerentes proceder a los desembalses y ejecución de acciones inmediatas, pero contando con una cierta inmunidad.

A veces las imágenes metafóricas sirven para graficar con mayor claridad el núcleo de una idea. Imagino a un gerente honesto actuando como un tractor inteligente, que con el debido conocimiento de un tema y suficiente calidad ética, se enfrenta y supera sin miedo y con coraje a las barreras que tiene al frente, que obstaculizan el fluido avance de sus temas con la mayor eficacia, sin otro interés secundario que el de resolver los problemas que tiene al frente.

El problema es que con la normatividad inventada por los miles de políticos del Perú, las normas del manejo del Estado no solo están hechas para frenar unas a las otras, sino para impedir el avance rápido de cualquier acción corriente. Ni siquiera el ministro puede visitar una escuela y al ver un techo por caerse puede ordenar de inmediato apuntalarlo para prevenir accidentes fatales.

Sugiero entonces pensar en la figura del gerente tractor, de capacidad y honestidad comprobada (escogido por un comité confiable que haga un escrutinio finísimo de su vida y méritos), que reciba plenos poderes y goce de algún tipo de inmunidad en lo que corresponda a sus acciones ejecutivas, poniendo como garantía de transparencia un equipo adjunto de veedores auditores que sean igualmente éticamente impecables. Con ellos ponerse como meta desembalsar en 12 meses todos los proyectos pendientes, destruir los nudos legales y dejar limpio el panorama para que la nueva generación de funcionarios públicos encuentre la cancha libre para hacer un trabajo eficiente.

Algunos de esos altos funcionarios ya existen y otros deberán ser captados. Obviamente habrá que pagarles un elevado sueldo no solo para se sientan reconocidos, sino también para que se sientan atraídos a ser parte de esta selección nacional de talentos gerenciales que pondrían en orden la administración pública en 12 meses. Los beneficios inmediatos y los ahorros de corrupción e ineficiencia pagarían de lejos los costos de este esquema ganador.

Cuando no se puede confiar en las instituciones, los países tienen que acudir a la reserva moral que proporcionan las personas profesional y éticamente impecables para que le presten a la institución en la que van a trabajar algo de su capacidad y moralidad.

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publicado en El Comercio el 1 de agosto del 2008

El reto de la ciencia


El Comercio
Por Modesto Montoya. Físico

Aquellos que estamos convencidos de que el país no podrá salir de la pobreza sin ciencia y tecnología, hemos quedado defraudados del discurso a la nación que pronunció el presidente Alan García. La palabra ciencia, ni la pronunció. Dijo, en cambio, que el país requiere más tecnología y máquinas, por ello, el Gobierno redujo los aranceles el año pasado y las importaciones aumentaron 32% en ese período.

La raíz del desdén por la tecnología en nuestro país está precisamente en la confusión que tienen nuestros políticos y empresarios cuando se refieren a ese concepto. Numerosos pensadores, como Mario Bunge, señalan que la técnica (o tecnología, como dicen los anglizados) no es una pila de artefactos, sino un cuerpo de ideas.

Francisco Miró Quesada señala que "no se puede hablar de tecnología sin hablar de ciencia, y no se puede hablar de ciencia si uno no se ha quemado las pestañas durante años tratando de comprender lo que ella en sí misma significa para el decurso de la historia humana".

Pero es tiempo de que nuestros líderes se quemen un poco las pestañas y, en los momentos más importantes de nuestra historia, nos hablen de ciencia y tecnología, en vez de aturdirnos con cifras escogidas para ocultar la falta de planes para el futuro del país.

La gran mayoría de políticos en nuestro país evita las palabras ciencia y tecnología. Según Miguel Ángel Quintanilla, esto nos viene de España, y cree que nuestro mundo cultural, nuestro ámbito cultural, es uno de los mundos, de las tradiciones culturales, en el que más dificultad ha habido para conseguir una reflexión libre, de carácter intelectual, una reconstrucción intelectual de una experiencia vinculada a la ciencia, a la tecnología, durante siglos. Hace cinco siglos, según Américo Castro, pensar en forma original, construir edificios conceptuales nuevos, independientes de lo que la ortodoxia religiosa política imponía, era ser sospechoso de herejía, no por lo que se pensara, sino por el hecho de pensar.

Los artefactos, las máquinas, son productos de la tecnología. La tecnología es el saber hacer esas máquinas. Está en el cerebro de los técnicos, ingenieros y científicos que trabajaron para construir esas máquinas. La tecnología no se compra, se forma en la mente colectiva de los pueblos a través de la educación y la investigación.

Para que nuestro país no se reduzca a comprar máquinas y más bien exporte productos o servicios tecnológicos de alto valor, debe formarse un verdadero Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, en el que, a través de la investigación, se resuelvan los problemas tecnológicos más urgentes, uno de los cuales es brindar agua sin tener que comprar máquinas ni quemar combustible para desalinizar agua de mar.

La tecnología no se compra. Está, por ejemplo, en los cerebros de miles de científicos e ingenieros peruanos que no pueden regresar al Perú porque el gobierno actual restableció la prohibición de nombrarlos en los institutos de ciencia y tecnología. Cuando comprendamos estos conceptos elementales para el hombre del siglo XXI, habremos empezado un período de esperanza, en el que la palabra ciencia esté presente en los planes de desarrollo del país.
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publicado en El Comercio el 31 de julio del 2008

Plata del Perú


El Comercio
Por Beatriz Boza

El rescate de Atahualpa dio a conocer al mundo la riqueza minera de nuestro país y, desde entonces, la minería peruana ha dado que hablar. Hoy, la platería peruana nos plantea nuevos horizontes.

¿Por ejemplo, sabía que somos el primer productor de plata en el mundo? ¿Sabía que las exportaciones de joyería de plata vienen creciendo en los últimos años? Como sucede en muchos casos, hay que ver para creer. Por eso ver la exposición de las piezas ganadoras del Décimo segundo Concurso Nacional Plata del Perú-Ayacucho 2008 permite visualizar todo lo que el talento peruano está haciendo hoy y todo lo que podríamos hacer si seguimos sumando esfuerzos de cara a una promoción conjunta del país ante el mundo.

Cada una de las 24 piezas en exhibición, obra de autores contemporáneos, y seleccionadas por un exigente jurado calificador, son muestra del arte, oficio, destreza y pasión de peruanos orgullosos que crean y transforman la fría dureza del metal en mensaje vivo.

Destacan la belleza del caballo de filigrana "Fina Estampa", el moderno kero ceremonial "Hanan Punko", el collar hecho con los elementos de los ronderos cajamarquinos "Látigos que aplacan la injusticia", la majestuosa anda ayacuchana de plata que es una réplica en miniatura (medio metro) de la tradición religiosa de Huamanga, y 20 piezas más provenientes de nueve regiones del país, todas dignas de ser admiradas.

Y podemos apreciarlas gracias al liderazgo empresarial y esfuerzo compartido por distintos actores del sector privado. Es una iniciativa que va a cumplir trece años, con premiaciones consecutivas realizadas siempre descentralizadamente y que sigue vigorosa, fruto del compromiso y entusiasmo del grupo de voluntarios del Patronato de la Plata. Está además Interbank, cuyo edificio central alberga la exhibición hasta el 28 de agosto. También están las mineras productoras de plata que financian la iniciativa, incluyendo el traslado seguro de las piezas a Ayacucho donde se realizó la selección y premiación, su posterior traslado a Lima y la entrega de material de plata a los ganadores para que sigan produciendo.

Ante la creciente demanda mundial, somos el primer productor de plata, seguidos por México y China, y las exportaciones de joyería se han duplicado en siete años.

Sin embargo, a diferencia de México (15%) y China (34%), en el Perú solo convertimos 1% de esa materia prima en joyería de valor añadido. Si ya contamos con una vigorosa nueva generación de orfebres, escultores y joyeros, ¿se imagina cuánto más haríamos si sumamos esfuerzos para contribuir a abrir el creciente mercado mundial de la platería fina para estos artesanos y para dar a conocer el talento de un país de tradición milenaria que sigue hoy creando?
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publicado en El Comercio el 30 de julio del 2008

viernes, 22 de agosto de 2008

Un país económicamente exitoso y un mandatario con baja popularidad

Foto: webreportajesdelperu
El Comercio
Por Débora Dongo Soria

El presidente Alan García llegó ayer al segundo año de su período como presidente del Perú en un contexto favorable. Según diversos medios internacionales, el Perú luce hoy mejor que nunca, con una de las economías más sólidas y seguras de la región, a la par de México, Brasil y Chile. Sin embargo, a pesar de los logros macroeconómicos, diversos diarios extranjeros destacan que García no ha sido capaz de traducir los éxitos macroeconómicos en un mayoritario respaldo popular hacia su gestión.

Según un artículo de The Wall Street Journal de Nueva York, la popularidad del presidente García se hunde cada vez más. El texto señala que en un país que crece cerca del 8%, con exportaciones sólidas, tasas de empleo en aumento, la calificación de grado de inversión por parte de la consultora Fitch Ratings y la calificadora de riesgo Standard & Poor's y los tratados de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, la popularidad de García debería estar por los cielos, como la que goza su par colombiano Álvaro Uribe. No obstante, la aprobación del mandatario sigue siendo muy débil (26% en junio, según Ipsos Apoyo Opinión y Mercado, la más baja hasta el momento).

¿A qué se debería esto? El artículo explica que la imagen de García se vería afectada por el constante aumento en los precios de muchos productos alimenticios básicos que afecta a los más pobres y a la falta de progresos visibles por parte del gobierno para hacer frente a problemas de larga data, como la pobreza y la corrupción.

"García, sumamente consciente de su imagen, ha trabajado para aumentar la popularidad de su mandato al asociarse con proyectos de infraestructura", indica el autor del artículo, Robert Kozac. Por eso, según la nota, el mandatario peruano dice que su gobierno ha evitado proyectos faraónicos y estaría favoreciendo la construcción de infraestructura esencial, para abastecer necesidades como el agua potable, alcantarillado y viviendas de bajo costo.

Según el diario español "El País", García es mucho menos popular ahora que en el mismo período de su primer gobierno, a pesar de la reducción de la pobreza, pues la población le pasa factura por la inflación, la cual alcanzó el 5,71% en los últimos doce meses.

El diario "El Tiempo" de Colombia también destaca que García llega a cumplir dos años en el poder con una "popularidad de capa caída", a pesar de las altas tasas de crecimiento y exhibir la inflación más baja de la región.

"Detrás de ese bienestar hay una paradoja: mientras en el exterior se percibe al Perú como un país que crece y un lugar para hacer negocios en América Latina, crece al mismo tiempo la sensación de que se va cocinando una bomba de tiempo, a juzgar por la caída de su popularidad", señala el texto.

Luego del mensaje presidencial de ayer, el banco de inversión Credit Suisse, señaló que espera que el énfasis que pondrá el gobierno en la redistribución de la riqueza favorezca a una reducción en la tensión social en el futuro.

Carola Sandy, economista del Departamento de Investigación para América Latina del Credit Suisse, indicó que el avance del Perú se va a dar paulatinamente al igual que la reducción de la pobreza, acompañada de mayores inversiones en infraestructura, donde falta mucho por hacer.
Asimismo, mencionó que la principal tarea del nuevo ministro de Economía y Finanzas, Luis Valdivieso, será la de procurar que se cumplan los objetivos que se ha propuesto el presidente Alan García de acumular una inversión pública de US$30.000 millones en el 2011 y un nivel de pobreza de 30%.
publicado en El Comercio el 29 de julio del 2008

miércoles, 6 de agosto de 2008

"Los sistemas educativos no son efectivos"

El Comercio
Por Miguel Vivanco

En el siglo XXI nadie pone en tela de juicio el aporte de la educación al desarrollo integral de América Latina. Todos reconocen su influencia directa en los campos de la política, cultura, productividad, ética e integración social. En los últimos años, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) adoptó la decisión de reforzar el crecimiento de la región, disminuir la brecha social y mejorar los niveles de competitividad. El Comercio dialogó con Marcelo Cabrol, jefe de su división educativa, sobre la situación de ese sector en la región y los aspectos vinculados con la realidad peruana.

¿La educación se ha convertido en un tema central para el BID?
Siempre fue importante. Hoy queremos garantizar la igualdad de oportunidades y en esto la educación juega un papel fundamental. Hay una relación muy cercana entre el nivel de educación de los padres y el de sus hijos. Esto significa que, por ejemplo, el fracaso educativo de los padres predice en buena medida el fracaso escolar de los hijos. La apuesta por el sistema educativo es interrumpir esa relación.

¿Los resultados han sido prometedores?
Los últimos estudios demuestran que los sistemas educativos latinoamericanos son los menos efectivos en cumplir esta función. Sabemos que la educación es un elemento clave para la competitividad de las economías. En América Latina y el Caribe la contribución del capital humano a la productividad, el crecimiento y la competitividad no es tan significativa como en el caso de otras regiones.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan nuestros países para mejorar esa situación?
Primero, hacer que la población alcance mayores niveles educativos, que ingresen antes y que se mantengan por más tiempo en la escuela; y segundo, garantizar que mientras estén en la escuela, efectivamente aprendan.

¿Se ha hecho algún esfuerzo?
Si analizamos nuestra región, hay buenas noticias: mejoras en la cobertura de todos los niveles, mayor permanencia en las escuelas, aunque los niveles de graduación son aún insuficientes; mayor equidad y aumento de la inversión en educación que pasó de 2,7 % a 4,3% del PBI entre 1990 y el 2006.

¿Dónde están los desafíos?
Los problemas de calidad persisten y parecen difíciles de tratar. Por ejemplo, en las evaluaciones internacionales como la PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, por sus siglas en inglés) en el 2006 los países latinoamericanos que participaron se ubicaron en el tercio menor.

¿Qué quiere decir eso?
Que hemos logrado aumentar muchísimo la cantidad de niños que van a la escuela y los años que permanecen en ella, pero todavía no hemos logrado que aprovechen ese tiempo para aprender lo que en otros países similares se aprende. Hoy el problema es la calidad y no la cantidad de educación.

¿Cómo ve la situación del Perú?
En general es bastante similar a lo que se ve en la región en término de aprendizajes insuficientes. Pero el Perú ha hecho avances notables en cobertura en las últimas décadas, con más de un 96% de cobertura en educación primaria y alrededor de 73% en educación secundaria. En 1999, la población de 15 años o más tenía en promedio 8,7 años de estudio. Hoy en día, los jóvenes entre 16 y 24 años llegan a tener más de 10 años de educación. Estos avances se comparan con países de mayor ingreso per cápita como Argentina, Chile y Uruguay.

¿Qué nos falta?
El desafío es la calidad del aprendizajes, que resulta fundamental para el caso del Perú, que muestra impresionantes tasas de crecimiento en su economía y que genera fuertes demandas al sistema educativo, demandas que tienen que ver con la pertinencia y calidad de lo que aprenden los estudiantes. Algunos análisis de cifras comparadas sugieren que la inversión en educación ha sido relativamente baja en comparación con el promedio regional: aproximadamente el 3% en comparación con más del 4% del PBI como promedio regional.

¿Cómo podemos mejorar?
Se requiere políticas flexibles y de largo plazo. Esperamos que los actuales esfuerzos del Gobierno Peruano para mejorar la calidad se vean reflejados en la próxima ronda de pruebas internacionales.

¿Cuáles son las prioridades del BID en políticas educativas?
El BID sigue nuevas tendencias y propicia la innovación. En el área de educación tiene una cartera activa de préstamos de US$3 mil millones que abarca desde la educación inicial hasta la superior, enfocada en las prioridades establecidas en nuestros países.

¿Qué hay con la tecnología?
Ese es un tema de interés en la región. Nuestra preocupación esencial es cómo aprovechar las tecnologías para mejorar los aprendizajes y para apoyar el desarrollo de innovaciones educativas a través de los sistemas escolares.

¿Por qué es importante el desarrollo infantil temprano?
Es importante por dos razones. La primera es la importancia del desarrollo infantil temprano para hacer real la igualdad de oportunidades. La segunda, que el BID ha desarrollado capacidades importantes en esta área. Hace poco lanzamos la Alianza por la Infancia, una iniciativa regional de desarrollo infantil temprano.

publicado el 7 de julio del 2008