domingo, 30 de marzo de 2008

"El Capital Humano del Perú es extraordinario"

La Organización Supera es una consultora internacional de origen peruano, líder en el país y Latinoamérica, creada en el 2002 cuyo objetivo es cambiar positivamente al Perú y al mundo, formando líderes de clase mundial con elevado nivel de conciencia, maximizando sus potencialidades.

A continuación transcribimos una entrevista a José Antonio La Rosa director de la Organización Supera, compañía peruana que está impulsando en las organizaciones nuevas formas de pensar, de reconocer que los obstáculos, en realidad, son oportunidades que debemos enfrentar con una actitud positiva para lograr el desarrollo personal y de nuestra sociedad. La entrevista fue realizada por Jimena de la Quintana en canal N.

"El Capital Humano del Perú es extraordinario"

Entrevista de Jimena de la Quintana
Canal N

¿Cómo nace Supera? ¿De quién es la idea de Supera?
Nace como un sueño de un equipo de profesionales peruanos de origen humilde, jovenes, que tuvieron la fortuna, gracias a Dios y a mucho esfuerzo, de vivir en los Estados Unidos, de trabajar allá, de estudiar allá, de estudiar en la Universidad de Harvard y en las mejores instituciones y una vez que llegamos nos dimos cuenta que cuando te sientas y estudias y compites por el primer puesto en Japón, en Alemania, te das cuenta que no hay ninguna diferencia, que al contrario el peruano es más creativo, más tenaz, más diligente, más responsable que muchos de ellos y nos dimos cuenta que, una gran diferencia en el desarrollo de nuestros pueblos es la actitud y los valores que están dentro de cada persona, así es que nació Supera, como un deseo genuino de este equipo de profesionales peruanos de volver a nuestra patria a dedicarnos a lo que habíamos aprendido y nuestras vidas a servir y gracias a Dios con mucho éxito, que ahora no solamente está en el Perú sino en 6 paises en Latinoamérica.

Aquellos que hemos tenido la oportunidad de estar algún tiempo en el extranjero, de llevar algunos estudios afuera con gente de diferentes países, vemos que esa diferencia no existe, esa diferencia es simplemente el potencial en el que tu crees y lo que tu crees ser o lo que tu crees tener y en los objetivos trazados y la manera en la que tu buscas alcanzarlos, básicamente es cierto, es una actitud
Es eso, es el poder de creer y el poder de querer, creer en tu propia capacidad, creer en tu país, creer en un futuro mejor y querer soñar en grande y alcanzar esos exitos.

Ustedes deben haber analizado, y no tengo duda de eso ¿porqué el peruano no termina de creer en sí mismo?
Hemos hecho una serie de estudios, hemos cruzado para tener el perfil psicológico del peruano versus el mexicano, el latinoamericano, el norteamericano, el alemán , el japones, el brasileño y encontramos que el peruano por definicion, por historia, por nuestra naturaleza, es creativo, tenaz, es buen amigo, es sumamente noble. Sin embargo desde que empieza a crecer en nuestra sociedad, por condicionamientos socioculturales, crece en una atmósfera que promueve una baja autoestima, ausencia de afán de logro, alta tolerancia a la mediocridad y fundamentalmente envidia del éxito.

¿Quien y porqué se formó esa atmósfera?
Es historia, es herencia de generación tras generacion y por eso la gran responsabilidad, el extraordinario potencial de nuestra generación de ser una que transforme, que pare eso y deje a nuestra futura generacion algo diferente. La clave es la siguiente: ¿qué frena el máximo desempeño de una persona? Para no pensar en el pasado sino en el futuro, el pasado no lo cambia nadie, pero el futuro depende de lo que hagamos hoy. Lo único que detiene el máximo desempeño de un ser humano son dos cosas: número 1 es miedo y numero 2 paradigmas. Tu caso, se nota que te encanta lo que haces, y a las persona exitosas tu las ves trabajando, pués, 12 horas, 14 horas, 16 horas, pero no están trabajando, están disfrutando lo que les apasiona ser, cada persona en la medida en que encuentra su vocacion no lo para nadie.

Hemos hablado de este mito - medio mito, medio realidad - respecto a lo que el peruano cree de si ¿no es cierto? y bueno finalmente si se habla de eso es porque algo de eso persiste. Sin embargo muchas empresas peruanas muy exitosas Añaños - Kola Real (establecidas en) Ecuador , Venezuela, México, Tailandia, nacieron en un paìs pobre en la zona más pobre y más afectada y más golpeada por la violencia como Ayacucho y sin embargo, digamos, si alguien volteaba a ver a esta gente muchos, de repente, se hubieran reido de ellos ¿no? y adonde vas a llegar , mira cómo estas , mira cómo empiezas y sin embargo desarrollaron lo que descubrieron y hay varios ejemplos de varias empresas peruanas que más bien contradicen este mito pero que contradictoriamente podrían trabajar con gente que más bien cree en el mito. No sé como explicarme. ¿Cómo se resuelve esto dentro de una organizacion?
Yo creo que efectivamente es un mito. En la medida en que nosotros creamos en el mito es la profecia auto cumplida. Si yo creo que soy dormilón pues (como) dormilón actuaré pero si yo creo que tengo un alto nivel de energía y lo creo, así actuaré. Entonces los Añaños son ejemplo maravilloso que han demostrado que el mito, es eso, un mito. La gran riqueza de los Añaños no fue capital inicial, no fue apellido, no fue contactos, no fue título en Harvard, fue un capital humano interno. Ellos cuentan una historia maravillosa: fue en el año 1993 que hicieron su primera reunión de planaeamiento estratégico, evaluaron sus fortalezas y su debilidades. Su columna de debilidades estaba repleta . Su columna de fortalezas en un principio parecía vacio pero luego, se dieron cuenta que habia una sola gran fortaleza que podía cambiar la historia. Esa fortaleza fue ganas de trabajar y de triunfar en la vida. Y cuando tienes ganas, te levantas más temprano, encuentras los clientes, encuentras el kow how, haces lo contactos, encuentras el capital y triunfas. Esas ganas les han enseñado a los Añaños a triunfar a pesar de cualquier adversidad, terrorismo, crisis y siguen adelante.

Jose Antonio ¿qué le dices a una persona que no tiene los recursos suficientes para estudiar, que quiere estudiar lo que realmente le gusta, que tiene que vivir el día a día para pagar la luz, para pagar el agua, para pagar el teléfono, que no tiene, de repente, ni para el pasaje, es decir, hacia donde puedo ir yo, con que puedo soñar si ni siquiera tengo lo mínimo para lograrlo?... me refiero a lo material, olvidemonos de los psicológico y de la motivación.
Fabuloso, yo le diría a esas personas hablandole a su cerebro y a su corazón que se sientan bienvenidos al club de los grandes hombres y grandes mujeres. Los Añaños empezaron igual que esa persona que en este momento no tiene ni para el té. Según la Universidad de Harvard el empresario más destacado de todo el siglo XX a nivel mundial fue Konosuke Matushita, él empezó a los nueve años de edad, pobre, en extrema pobreza, murio como heroe nacional despues de haber sido el motor de la economía japonesa y uno de los bienhechores del milagro japones y él era pobre extremo en su niñez, pobre, tan pobre que, muchos de sus hermanos murieron de hambre y de falta de dinero para tener atención médica adecuada y ellos lograron cambiar la hsitoria, no en base a dinero, no en base a títulos de Harvard sino en base a valores sólidos, a soñar en grande a tener ganas. Entonces, que le diría a esa persona: confía en ti, sueña en grande y vive un día a la vez dando lo mejor de ti, ahorra un centavo, si es posible, pero empieza a ahorrar; lee, lee la biografía de Konosuke, cómo lo hizo Konosuke, averigua cómo lo hicieron los Añaños, cómo lo hicieron los grandes hombres y esas personas que ahora nos escuchan y que no tienen recursos, que se sientan felices y bienvenidos a ese club de grandes hombres que tienen hambre que tienen ganas, que a veces cuando alguien nace en cuna dorada, pues, no tiene muchas ganas.

¿Cuál es tu experiencia personal?...
¿Mi experiencia personal?

Me dijiste que vivias en Breña...
Si crecí en Breña en un hogar de mucho amor, no teníamos dinero pero sí mucho amor: soñamos siempre en grande. Yo creo que mi experiencia es como la de muchos peruanos que son como soldados desconocidos que con un perfil muy bajo sueñan en grande y van alcanzando sus metas. Tuve el privilegio de - con mucho esfuerzo y gracias a Dios y con una mitad beca y mitad crédito de Harvard - llegar a MBA de la Universidad Harvard, estudiar allá, codearme , compararme y descubrir que no hay diferencia, que es un mito la diferencia, que basta ya de pensar que algun día los alemanes nos darán un crédito y allí saldremos adelante, no depende de nosotros. Luego de estudiar allá trabajé en los Estados Unidos en Silicon Valley que es la meca de la alta tecnologia, gente más brillante del mundo y otra vez te das cuenta que no hay diferencia y ese es el mensaje fundamental y ese know how es el que ahora impartimos en ocho fases a todos nuestros clientes y miles de emprendedores y miles de compañias, cientos de compañias en 6 países en Latinoamérica. Yo creo que los peruanos somos por definicion creativos y emprenderores, este estudio de London Business School: ¡somos los más emprendedores! Entonces el capital humano del Perú es extraordinario, infinito diria yo, entonces es cuestión que cada una de las personas despierte, gane un nivel de consenso superior, se mire al espejo y se diga: oye no tendré mil dolares en el banco pero tengo un capital mil veces superior aquí, en mi corazón, en mis manos, en mi ceatividad para esa idea de la madera, para esa idea de la Kola Real, para miles de ideas que es la gran fortaleza de nuestro pais.

domingo, 23 de marzo de 2008

"El cambio no va a partir de las empresas sino de las personas"

Al igual que en la economía, donde los emprendedores de negocios con su aporte de creatividad, persistencia, su capacidad de ver oportunidades y aprovecharlas, están inyectandole nuevos bríos al sector empresarial del país, así también, los emprendedores sociales pueden resolver muchos problemas estructurales y generar la inclusión social con sus ideas, innovación y su capacidad para convencer a las empresas de la importancia de impulsar estos cambios duraderos. Seguidamente la entrevista a Anamaría Schindler copresidenta de Ashoka Emprendedores Sociales que nos habla de como las empresas pueden involucrarse en el apoyo a proyectos sociales de su comunidad.

"En Latinoamérica no hay una cultura de inversión de la riqueza"

Diario El Comercio

por Elizabeth Cavero

Brasil, al igual que el Perú, es un país de grandes extremos sociales. Y fue en Brasil que Anamaría Schindler, autora de varios estudios sobre la violencia, investigó el rol de las empresas en los cambios sociales. Hace diez años entró a Ashoka para hacerse cargo de la oficina que esta institución social tiene en la consultora Mc Kinsey de Sao Paulo. Es la única oficina de Ashoka cuyos proyectos forman parte del trabajo diario de la empresa, pese a que el convenio es global. Más tarde, durante cinco años fue responsable de las alianzas estratégicas de Ashoka y, finalmente, en el 2005, pasó a ser copresidenta de la institución. Para hablar de la importancia de Ashoka en el mundo, basta decir que uno de sus patrocinados es Muhammad Yunus, el economista indio que desarrolló el concepto del microcrédito.

¿Todos los proyectos sociales son rentables?
No, no todos generan rentabilidad. Sin embargo, el reto es que sean sostenibles y para eso deben generar su propio financiamiento. La gran diferencia es que la riqueza obtenida por un negocio social no se reparte entre un conjunto de accionistas, sino en la propia misión social. Es decir, se reinvierte en la propia organización que lo lleva a cabo. Por otra parte, el impacto y el cambio social son el más importante beneficio que genera un proyecto social.

Si este cambio social beneficia a todos, los proyectos sociales deberían ser suficientemente atractivos. ¿Por qué entonces existe la necesidad de convencer a las empresas de que inviertan en proyectos sociales?
Porque, históricamente, siempre ha habido una división muy grande entre el sector de negocios y los sectores que hacen trabajo social. El fin principal de una empresa siempre fue generar lucro y, cuando muy rara vez, una se involucró en un tema social, fue a través de la filantropía.

Porque no se relaciona con la obtención de una ganancia...
Por eso los emprendedores sociales deben convencer a los empresarios de que apoyar un proyecto de cambio social también puede ser parte de su estrategia. Por cierto, quienes hacemos los proyectos también tenemos que mejorar al demostrar a las empresas el impacto y la eficiencia. Esto es un desafío.

Una estadística mundial señala que entre el 97% y el 98% de las empresas son pequeñas empresas y microempresas. Muchas de ellas apenas sostienen sus costos de operación. ¿Es razonable pedirles que además inviertan en proyectos sociales?
Es razonable pedirles que se conecten con sus comunidades y que tengan una estrategia de actuación social. Si las empresas no pueden hacer una inversión financiera, pueden invertir en especie. Es un tema de voluntad.

¿Me puede poner un ejemplo?
En Brasil hay una empresa llamada Flores-on-Line, creada por un 'start-up' (emprendedor que recién inicia su negocio). Ellos no pueden invertir dinero en un proyecto social, sin embargo, tienen un sistema de 'delivery' impresionante. A iniciativa de un emprendedor social, Flores-on-Line reparte, junto con las tarjetas de las flores, un mensaje sobre la importancia de los proyectos sociales. Eso es un márketing impresionante.

Un reciente estudio señala que, entre los ricos del mundo, los de América Latina son los que menos contribuyen con causas sociales y menos filantropía practican. ¿Desde la percepción de Ashoka, ello se confirma?
Totalmente. En Latinoamérica no hay una cultura de inversión de la riqueza y lo que ha pasado en los últimos 15 años es que las grandes empresas crearon sus propias fundaciones para llevar adelante proyectos sociales. Hay mecanismos legales que apoyan la inversión de estas empresas en sus fundaciones y no en instituciones de promoción social con veinte años de experiencia.

¿Está de acuerdo con la afirmación de que algunas empresas invierten en proyectos sociales por un corto período, solo con el fin de generarse una buena imagen?
Sí, estoy de acuerdo.

¿En ese caso, no es mayor el beneficio para la empresa que el que pudieron obtener los gestores de proyectos sociales? ¿No es peor el impacto cuando una empresa pone y luego quita el financiamiento?
Hay varias cosas. Primero, es cierto que hay empresas que apoyan un proyecto social solo con fines de márketing, pero son pocas. Otras empiezan con esa perspectiva, pero cuando empezamos a trabajar con ellas las convencemos de que la buena imagen no es el punto. Una de nuestras estrategias es la de involucrar a los ejecutivos en el proyecto social e iniciar un proceso de cambio de mentalidad entre los trabajadores. Diría que la mayoría de empresas sí entra en un proyecto social con responsabilidad.

¿Qué cree usted que falta conectar cuando las grandes riquezas que están teniendo hoy muchas empresas en el mundo no se traducen en bienestar para personas que siguen en la miseria?
Es que el cambio no va a partir de las empresas, sino de las personas. Entonces, si yo soy un empresario, tengo que tomar la decisión de que mi empresa se involucre en el cambio; lo mismo si soy el presidente de un país. Primero hay que tomar decisiones personales y de ahí pasar al trabajo institucional. Mira a Bill Gates, el segundo hombre más rico del mundo. Él tomó la decisión de invertir US$24.000 millones en África y fue una decisión personal. El mensaje de Ashoka es que todos podemos cambiar el mundo.

¿Cuántos emprendedores de Ashoka fracasaron y dejaron de recibir el estipendio?
Muy pocos, el 94% sigue adelante con su proyecto. Por eso las empresas que quieren apoyar proyectos de cambio social, pero no saben a través de quién hacerlo, deben contactarse con Ashoka. Nosotros identificamos emprendedores sociales que pueden interactuar con las empresas, que son ejecutivos

No son burócratas...
No, ellos también son emprendedores. No de los negocios, sino de cambios sociales.

Acerca de Ashoka

La organización Ashoka fue fundada en 1980 por el estadounidense Bill Drayton, quien tuvo la idea de identificar a personas capaces de emprender cambios sociales y darles un estipendio que les permita llevar a cabo su proyecto. Drayton llamó Ashoka a la institución porque ese era el nombre del unificador y reformador de la educación en India, en el tercer siglo antes de Cristo.
La organización está hoy en 60 países en los cuales ha promovido a 1.700 emprendedores sociales. En el Perú, los emprendedores de Ashoka son 32 y han trabajado en sistemas de manejo de residuos, conservación de bosques y cuencas y apoyo a madres lactantes, educación, entre otros.

Pueden ver la entrevista completa en el link

viernes, 21 de marzo de 2008

Perú marca de exportación

Philip Kotler, el gurú del márketing, visitó recientemente el Perú invitado por la Universidad del Pacífico para dictar un seminario internacional. En el habló de la importancia de la mercadotecnia para potenciar la imágen turistica de nuestro país.

Perú marca de Exportación

Diario El Comercio

Muchos han tratado de arrebatarle el título. Pero ninguno, hasta la fecha, se lo ha podido quitar. A pesar de ser casi un octogenario, Philip Kotler sigue dictando cátedra acerca del tema que ha llevado a muchas empresas al éxito y otras tantas al fracaso: construir marca. "Antes, el márketing solo servía para ofrecer productos, ahora se puede hacer márketing para personas, políticos, información y lugares", señaló Kotler durante el seminario "Winning through brand building and differentiation" (construyendo una marca ganadora), organizado por la Universidad del Pacífico, certamen que fue auspiciado por Día 1.

Entre los temas que tocó, le dedicó un espacio importante a las posibilidades que posee el Perú para desarrollar una marca país, debate que está en boga desde el lanzamiento de Peru Now (Perú Ahora), nombre que nos representará en el año de las cumbres. "Se debería hacer un itinerario de las cosas únicas que posee el Perú. Hace algunos años visité la casa de un señor que la tenía llena de objetos de oro de diversas culturas precolombinas (se refiere al Museo de Oro del Perú). Me pregunté: ¿en el mundo existe muchísima gente a la que le gustaría ver esto? El Perú es un país que debería aspirar al turismo premium. Sé que Prom-Perú está haciendo cosas al respecto, pero falta hacer más márketing", señaló. Kotler, además, habló sobre herramientas, elementos, sistemas y ejecución del 'branding'.

PERÚ AHORA. Desarrollar algo memorable

"El Perú posee motivos con un valor innegable: El mundo andino, Machu Picchu. El punto de partida es planificar una estrategia que involucre sus fortalezas y debilidades y las mejores oportunidades que posee", dice Kotler. Añade que se debe definir a qué grupo de personas queremos atraer: a turistas, grupos de inversores o a todos. "Se debe desarrollar algo memorable, que genere identidad y sea único en el mundo".

La entrevista a Kotler "el márketing 3.0 creará lazos de amor" se puede ver en el enlace:
http://www.elvalordevender.blogspot.com/

martes, 18 de marzo de 2008

¡Construyamos Confianza!

El artículo que publicamos en esta entrada apareció el pasado 18 de marzo en el diario El Comercio y es escrito por la rectora de la Universidad del Pacífico, Carmen Rosa Graham. Ella es Administradora, egresada de la Universidad del Pacífico e Ingeniera de Sistemas de IBM. Fue presidenta del CADE 2002, presidenta de la XI Conferencia Anual de Estudiantes 2005 y relatora del CADE 2006. Trabajó en IBM durante 23 años, 18 de los cuales fue Gerente de distintas unidades de negocios internacionales en los Estados Unidos y varios países de Latinoamérica.
¡Construyamos Confianza!
por Carmen Rosa Graham.
Diario El Comercio

Constantemente escuchamos que los peruanos somos desconfiados, y esto es evidente. Basta con transitar por la ciudad o leer los diarios y las encuestas especializadas. Es tan penoso porque inclusive cuando encuentran a una persona de buena voluntad, no lo pueden creer y están buscando "la trampa", me sucede a menudo. Cuando estando al volante del auto cedo el paso a un transeúnte, este último está tan acostumbrado a que los autos lo agredan que no se atreve a aceptar la cortesía o más bien a ejercer su derecho. Tengo que convencerlo de que puede pasar tranquilo.
Sucede también en el espacio colectivo. Estos días escuchamos comentarios en relación con la inflación. En esta economía cada vez más globalizada, la inflación que tenemos en el país es de las menores. Sin embargo, no nos preocupa tanto la parte técnica como la psicológica. Es decir, por experiencia anterior la gente desconfía, tiene temor de que se repita la historia y se desboque la situación. Esto hace imperativo controlar los niveles de inflación y mantenerlos alrededor de lo planeado para evitar el pánico.

En instituciones es común encontrar que se reglamenta pensando en el pillo, en cómo evitar que se saque la vuelta al sistema. Entonces terminamos con leyes y reglamentos complicados que a veces hasta pierden la razón de su origen, y esto solo por poner suficientes trabas para evitar las posibles desviaciones.

Las consecuencias son evidentes: el tránsito no puede ser fluido, se malogra un semáforo y de inmediato colapsa el tráfico en esa intersección; ponemos tantos controles y tantas reglas que los procesos se hacen interminablemente largos; la gente se acostumbra a no pensar y más bien solo a hacer lo que dice el papel. Es decir, anulan su iniciativa y creatividad, haciéndose fácilmente reemplazables por una computadora, video o por una central telefónica inteligente. Todo esto tiene un costo en la economía y nos resta competitividad, nos reduce la rapidez al actuar y facilita que perdamos las oportunidades que un mundo veloz nos ofrece hoy.

¿Y por qué somos así? Que si por la historia o la genética, ¡qué más da! Ante la desconfianza solo tenemos dos alternativas: la primera es que los vínculos se cortan para siempre, en una relación comercial pura en la que el cliente no vuelve a comprar al mismo proveedor es algo negativo, pero es fatal cuando sucede en una sociedad. Segunda alternativa, se pone en marcha un proceso para reconstruir la confianza, esta es obviamente la que debemos elegir. Lo importante es que cambiemos este comportamiento, y esto no significa bajar la guardia y pensar que todo se volvió de pronto perfecto.

Es imperativo cambiar nuestra actitud, escuchar, informarnos más sobre las personas, salir de círculos cerrados, pertenecer a redes diversas y activas, ampliar nuestros horizontes, ver y sentir que existen comunidades más desarrolladas socialmente y creer que nosotros podemos ser iguales o mejores que ellos.

Si las personas no cambiamos, los sistemas no cambiarán porque están hechos por personas y para personas. Y obviamente no podemos pretender que todas las personas cambien, pero aquellos que son líderes o ejercen influencia sobre otros son los llamados a poner un alto y dar el ejemplo de honestidad y de sinceridad necesarios para la construcción de confianza en nuestras instituciones y en nuestro país.

jueves, 6 de marzo de 2008

Colombia y La Tierra es Plana

por Carlos Morales Pizarro

Thomas Friedman en su exitoso libro La Tierra es Plana explica, desde su aguda perspectiva, que el mundo ha atravesado por tres grandes épocas de globalización en la que, en cada etapa de este proceso, se ha ido empequeñeciendo cada vez más. Este encogimiento de la talla del mundo es una metáfora que hace alusión a la cada vez mayor capacidad de los países, de las empresas y de los individuos para acercarse, comunicarse y relacionarse a pesar de las distancias geográficas. Friedman dice que la primera era, acontece con la conquista de naciones por otras naciones, incluyendo el descubrimiento de América por Colón. La segunda, impulsada por los primeros inventos modernos de inicios de la era industrial como la máquina a vapor y el ferrocarril y más cercanamente en el tiempo, por el desarrollo de las telecomunicaciones incluida la primera versión Web. Y la tercera era de la globalización, cuyo agente transformador es “...el recién hallado poder de los individuos para colaborar y competir a escala global...” y cuya palanca son los programas informáticos que en combinación con la red global de fibra óptica hacen posible que, cada vez más, estemos tan cerca unos con otros. Afirma también que, “...sin duda, hoy es posible que colaboren más personas que nunca...desde más rincones del planeta... que en ningún otro momento de la historia del mundo, gracias a los ordenadores, al correo electrónico, a las redes de comunicación, a las videoconferencias y a nuevos y dinámicos programas informáticos.”. Asimismo aclara: “....el aplanamiento del mundo quiere decir que actualmente estamos conectando todos los centros de conocimiento del planeta para crear una única red global, una red que (siempre que la política y el terrorismo no se interpongan en el camino) podría dar lugar a una asombrosa era de prosperidad e innovación...”

Como para confirmar esta realidad, eso es precisamente lo que ocurrió el último 4 de febrero, día en que el mundo fue testigo de la mayor manifestación popular que se haya visto en la historia mundial, a través de la cual, hermanos colombianos expatriados en más de 130 países, llevaron a cabo marchas por la paz en contra del grupo terrorista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Estas concentraciones que se realizaron simultáneamente en todo el planeta, recibieron el apoyo de millones de personas, que sin ser precisamente colombianos, tuvieron la oportunidad de expresar, con su activa participación en las marchas pacíficas, su indignación por el trato inhumano que este grupo terrorista le da a miles de personas, que por años, han sido secuestradas y que mantienen en cautiverio en la espesa selva colombiana. Pero todo este movimiento sin precedentes se originó gracias a que Oscar Morales Guevara, un ciudadano colombiano común y corriente, difundió una campaña en Internet, a través de la red social Facebook, denominado Un Millón de Voces contra las FARC. Acto seguido una avalancha de adhesiones de parte de miles y miles de asociados a la red, aparecieron de manera inmediata y abrumadora, respondiendo a un mensaje movilizador: “no más secuestros, no más mentiras, no más muertes, no más FARC”.

Pero el impacto que ha tenido este hecho, ha trascendido más allá del mero aliento a un pueblo colombiano, que sufre por una herida abierta que viene, por casi medio siglo, menoscabando el espíritu de paz que anhela esta nación. Además que, por su contundencia, este hecho debe marcar el inicio del fin del terrorismo en el hermano país, sin darnos cuenta, y a la par de los acontecimientos, el mundo ha podido confirmar la importancia de las redes de comunicación y el gran poder que representa esta herramienta tecnológica que es la Internet para el desarrollo de las relaciones humanas. Un poder que proviene de una combinación potente de espíritu humano con tecnología, que puede propulsar los cambios más increíbles en el desarrollo de las sociedades modernas y que, tal como promulga Friedman, nos puede permitir acceder a un mundo de paz y desarrollo en colaboración.

La tecnología mejorada de nuestros tiempos nos presenta alternativas de comunicación variadas como los blogs, podcasts, videologs, redes sociales, etc., que están proporcionándonos una impresionante capacidad de intercambiar la información y de llegar de manera directa a más y más personas. Por eso, al igual que Oscar Morales y muchos colombianos que dieron una muestra de gran solidaridad, los peruanos podemos utilizar el poder de las nuevas formas de comunicación y las herramientas tecnológicas para ser agentes del cambio y consolidar el desarrollo social que tanto queremos para nuestro país.