martes, 14 de octubre de 2008

Medidas contra el desempleo juvenil. Entrevista a Luis Gonzáles Gómez de Aranda

El entrevistado es abogado de profesión y actualmente Consejero Técnico Principal del Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina-PREJAL de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). El interés de este organismos se centra en promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de empleo dignas y mejorar la protección social.

El Comercio
Por Azucena León Torres

La falta de capacitación y un aparente divorcio entre la oferta y la demanda están llevando a aumentar las tasas de desempleo juvenil en todo el mundo.

El Perú no es ajeno a esta coyuntura pues sus cifras de desempleo (entre jóvenes de 15 a 24 años) son dos veces más altas que la de los adultos. Esta dramática situación ha llevado al Gobierno a lanzar un plan nacional para reducir las cifras de desempleo juvenil en 50%. A propósito de este y otros temas conversamos con Luis González, especialista de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).

¿A cuánto asciende la cifra de desempleo juvenil en el Perú?

Perú es un caso muy particular, pues por el alto componente de informalidad (que supera el 60%) las cifras de desempleo son bastante elevadas. Según datos al 2007, pero referidos solo a conglomerados urbanos, la tasa de desempleo en jóvenes de 15 a 24 años sería de 14,26%.


¿En cifras globales, de cuántos jóvenes desempleados hablamos?

De cinco millones de jóvenes, de los cuales cerca de tres millones están fuera de la PEA. Este último grupo es el más vulnerable y es al que se debería poner mayor atención pues, en caso de que no estudie ni se capacite, es te joven carecerá de posibilidad alguna de acceder a un trabajo bien remunerado en cualquier fase de su vida.

¿Cuáles serían las consecuencias de no hacerlo?

Si continúa aislado del sistema educativo, lo más probable es que las cifras de pobreza y de-sempleo continúen aumentando. La solución para nosotros está en la capacitación, ahí creemos que deben apuntar buena parte de los esfuerzos del Gobierno pues, mientras más capacitado esté, mayor es la posibilidad de que se reinserte con éxito en el mercado, con una buena remuneración y un acceso a salud y a las pensiones, que son las características del trabajo decente.

Siempre se ha dicho que las cifras de desempleo juvenil en el Perú son las más altas de Latinoamérica, ¿es eso cierto?

No necesariamente. Si se compara a nivel regional (donde la cifra llega a 16%) el Perú está en la media tirando para abajo . Sin embargo, si la comparamos con el desempleo de la población adulta, la cifra sí es visiblemente mayor, incluso con las del Perú, cuya población de desempleo para la población adulta total (25 años y más) es de 8,8%.

¿Esas cifras no resultan irónicas en una economía como la peruana, cuya bonanza ha llevado a registrar crecimientos récords del empleo? ¿Esa mayor expansión no ha contribuido a reducir el desempleo?

Un escenario de crecimiento siempre genera oportunidades. Sin embargo, prefiero no asegurarlo pues no hay cifras consolidadas que lo demuestren.

¿Pero contar con una data más actualizada no es importante?

Claro que lo es, por eso ya venimos coordinando con el Ministerio de Trabajo para impulsar un estudio sobre este tema.

Perú lanzó el Plan de Empleo Juvenil con el cual aspira a reducir el desempleo juvenil en 50% para el 2015. ¿ Esta es una meta factible de cumplir?

Se trata de una meta bastante ambiciosa es cierto, pero creo que sí es factible de cumplir, sobre todo porque se ha trazado en circunstancias en que el país atraviesa uno de sus mejores momentos de crecimiento.

¿No cree que la crisis en EE.UU., nuestro principal mercado de exportación, pueda afectar dichas proyecciones laborales?

Aún no manejamos cifras ni tendencias de cómo la actual crisis financiera de EE.UU. puede afectar el desempleo de los jóvenes en América Latina o en el Perú. Solo podría agregar que mantenemos las mismas metas y haremos todo el esfuerzo del caso para concretarlas.

Muchas veces los gobiernos lanzan ambiciosos planes y al poco tiempo se olvidan de ellos. ¿Qué asegura que esta vez no pase lo mismo y que el empleo juvenil se convierta en una política de Estado?

Eso es cierto, pero es algo que no estoy en condiciones de contestar y que, en todo caso, lo dirá el tiempo. Sin embargo, la OIT ha trabajado activamente con el Ministerio de Trabajo en la elaboración del plan, que será el primero en implementarse en América Latina. Eso nos dice que existe una clara intención del Gobierno de poner este tema en agenda. Ahora existe una agenda clara de cosas que deben ejecutarse para reducir las tasas de desempleo juvenil. Además ya no se harán esfuerzos aislados ni habrá una pluralidad de programas como sucedió hasta el año pasado.
¿Este plan ataca los problemas que originan el desempleo juvenil?

El desempleo se origina por diversas razones, que van desde la escasa capacitación de los jóvenes hasta el divorcio que existe (muchas veces) entre lo que necesitan las empresas y lo que ofrece el mercado. El plan tiene cosas importantes: promueve una mayor vinculación de la formación profesional con el mundo productivo y la eliminación de toda forma de discriminación en el mercado, que sin duda creemos generará impacto.

¿Ese es el camino?

Se debe incidir mucho más en todo lo que es educación técnica y mejorar la política pública escolar. Y aunque es cierto que la educación per se no te garantiza una reinserción laboral plenamente exitosa, porque en muchos casos pesa más la experiencia, al menos te dará una mayor oportunidad de tener acceso a un trabajo decente y no tan precario. Aunque en esta labor también podría involucrarse más el empresario.

¿Lo viene haciendo?

En algunos casos sí. Nosotros, por ejemplo, estamos trabajando de la mano de tres empresas privadas que vienen impulsando programas de reinserción y capacitación para jóvenes. Hasta el momento son 3.000 jóvenes los que han pasado por esta experiencia. El programa recién está comenzando pero nos demuestra que, si hay voluntad de la empresa privada, también puede formar parte del proceso. Ahora solo esperamos que más empresas se animen a formar parte de él.
publicado en El Comercio el 3 de octubre del 2008

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